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Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy

Toca el turno de hablar de un tema de suma importancia y que debemos de realizar de inmediato tras el reemplazo de las llantas: la alineación y balanceo.

Cuando caminamos bien, el desgaste en las suelas de nuestros zapatos es parejo, sin embargo, hay personas que tienen dificultades al andar porque la alineación natural de sus pies no es normal y tienden a caminar chueco, desgastando de más alguna parte de su calzado.

Algo similar sucede con las llantas de nuestro coche, y es muy sencillo de comprobar si al soltar el volante por unos segundos se carga a la izquierda o a la derecha, sientes que vibra a determinadas velocidades y que el desgaste de la banda de rodamiento de las llantas se concentra en alguno de sus costados.

Para conocer más del tema, consultamos a Ricardo Camino, distribuidor autorizado Pirelli en Puebla, quien nos explicó en qué consiste cada proceso.

  EN QUÉ CONSISTE   “Con frecuencia, la gente se confunde entre la alineación de las ruedas y el balanceo de las ruedas y estos conceptos son completamente diferentes. Esencialmente, la alineación es el proceso en el que se ajustan los ángulos de los neumáticos de nuestro vehículo para que queden paralelos entre sí y perpendiculares al asfalto, esto conforme lo especifica el fabricante de cada vehículo.   “En el caso del balanceo, se ajustan los pesos de la llanta y su rin mantener un equilibrio correcto entre ellos, en pocas palabras, es el servicio en el que se distribuyen uniformemente el peso entre los neumáticos y los rines para que giren sin causar vibraciones innecesarias”, comentó el especialista.

“Con frecuencia, la gente se confunde entre la alineación de las ruedas y el balanceo de las ruedas y estos conceptos son completamente diferentes. Esencialmente, la alineación es el proceso en el que se ajustan los ángulos de los neumáticos de nuestro vehículo para que queden paralelos entre sí y perpendiculares al asfalto, esto conforme lo especifica el fabricante de cada vehículo.

“En el caso del balanceo, se ajustan los pesos de la llanta y su rin mantener un equilibrio correcto entre ellos, en pocas palabras, es el servicio en el que se distribuyen uniformemente el peso entre los neumáticos y los rines para que giren sin causar vibraciones innecesarias”, comentó el especialista.

La alineación y balanceo se van perdiendo con el uso, pero si eres de los conductores que aprovecha cada bache antes de que lo tapen para pasar sobre él, si no frenas lo suficiente al pasar un tope y pisas el acelerador en calles empedradas o terracerías, además de dañar otros componentes de la suspensión, como amortiguadores, rótulas y brazos de dirección, entre otros, estás acelerando el proceso de desgaste.

Esto comprometerá tu seguridad y el rendimiento del vehículo al ser inestable, así que no te arriesgues y si tu coche presenta estos síntomas, acude de inmediato a un taller especializado para que corrijan la falla.

En el taller ajustarán, con equipo de precisión, los ángulos formados entre la suspensión, dirección y neumáticos de tu coche, lo cual alargará la vida útil de las llantas, de tal manera que tengan la cantidad específica de convergencia divergencia y cámber, los tres ajustes principales que se pueden hacer en relación con la alineación, que a continuación te explicamos.

  “El cámber es el ángulo de inclinación de la rueda alejado del vertical cuando se ve desde el frente del vehículo. Si la rueda se inclina demasiado alejada, ocurrirá un desgaste irregular y éste puede ser negativo o positivo. En el caso del primero es cuando la parte superior de la rueda se inclina alejada del auto. Demasiado cámber positivo causa que las llantas se desgasten en el borde externo. En el segundo escenario, la parte superior de la rueda se inclina hacia el auto. Demasiado cámber negativo causa que las llantas se desgasten en el borde interno.   “Cuando hay demasiada convergencia, la banda de rodamiento de la llanta tenderá a desgastarse más en los bordes externos. La banda de rodamiento también se desgastará en forma de pluma, lo que se puede sentir al pasar las manos de un lado a otro de la banda de rodamiento de la llanta.   “Si hay exceso de divergencia, la banda de rodamiento de la llanta tenderá a desgastarse más en los bordes internos. La banda de rodamiento también se desgastará en forma de pluma, lo que se puede sentir al pasar las manos de un lado a otro de la banda de rodamiento de la llanta”.  

“El cámber es el ángulo de inclinación de la rueda alejado del vertical cuando se ve desde el frente del vehículo. Si la rueda se inclina demasiado alejada, ocurrirá un desgaste irregular y éste puede ser negativo o positivo. En el caso del primero es cuando la parte superior de la rueda se inclina alejada del auto. Demasiado cámber positivo causa que las llantas se desgasten en el borde externo. En el segundo escenario, la parte superior de la rueda se inclina hacia el auto. Demasiado cámber negativo causa que las llantas se desgasten en el borde interno.

“Cuando hay demasiada convergencia, la banda de rodamiento de la llanta tenderá a desgastarse más en los bordes externos. La banda de rodamiento también se desgastará en forma de pluma, lo que se puede sentir al pasar las manos de un lado a otro de la banda de rodamiento de la llanta.

“Si hay exceso de divergencia, la banda de rodamiento de la llanta tenderá a desgastarse más en los bordes internos. La banda de rodamiento también se desgastará en forma de pluma, lo que se puede sentir al pasar las manos de un lado a otro de la banda de rodamiento de la llanta”.

En el caso del balanceo de las ruedas, el mecánico equilibrará las llantas con los rines, de manera que la rotación sea perfecta para evitar vibraciones. Si en el manual del propietario de tu coche no lo especifica, el especialista recomienda llevar nuestro vehículo a revisión cada 10 mil kilómetros o cada vez que cambiamos los neumáticos de nuestro coche por unos nuevos.

Revisa la alineación de tu vehículo cuando haya golpeado algo, por ejemplo, un borde o algo muy peligroso en el camino.

Si notas que tus llantas se están desgastando de manera anormal o irregular.

Cuando experimentes problemas de dirección o maniobrabilidad como: si se se jala o se desvía hacia un lado, si el volante no se regresa con facilidad después de una vuelta o permanece en un ángulo cuando manejas sobre una línea recta.

Cuando compres un nuevo juego de llantas y deseas que duren tanto como sea posible.

Cuando reemplaces componentes de la suspensión o la dirección, como amortiguadores, resortes, rótulas, etcétera.    

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